El bruxismo es un término que hace referencia a la acción incesante de rechinar y/o apretar los dientes sin intención de masticar, sino de manera inconsciente y durante mucho tiempo.
Muchas personas que tienen este hábito no son conscientes de ello y no tienen molestias hasta que han desgastado severamente sus dientes o desarrollan patología en los músculos masticadores o en la articulación de la mandíbula.
Síntomas que pueden aparecer:
- Dientes con pequeñas fracturas o grietas.
- Dolor difuso en la cara.
- Dientes demasiado sensibles
- Tensión en los músculos de la cara y la mandíbula.
- Dolores de cabeza frecuentes, especialmente en momentos de tensión.
- Crujido o chasquido de la articulación de la mandíbula.
- Daños en el esmalte dental y aparición de la parte interna del diente expuesta (dentina)
- Marcas de los dientes en la parte lateral de la lengua, especialmente por la mañana al levantarse de cama.
- Daños en la parte interior de la mejilla, pequeñas mordeduras.
Más de un 20% de la población tiene este problema en mayor o menor grado y debe ser tratado si es moderado o severo.